TRUMP
Lo que era un secreto a voces en la Casa Blanca, se comienza a esparcir como pólvora en Washington, el presidente Donald Trump estaría padeciendo graves problemas de salud que ponen en riesgo su vida.
Según algunos medios de comunicación y portales electrónicos de la Unión Americana, además de los testimonios de personas que han visto de cerca al presidente Trump, confirman que efectivamente el mandatario no se ve nada bien.
Se especula que la lista de medicamentos, los moretones que parecen una inserción intravenosa y el cambio general en la apariencia, sugiere que el presidente Trump ha estado sufriendo “mini accidentes cardiovasculares” o AIT, pero no hay evidencia sólida que lo confirme.
Hace casi un mes, Trump desapareció de la escena pública por casi una semana, el tiempo suficiente para recuperarse de una trombosis, aseguran expertos.
A su regreso se observó una mancha oscura en su mano derecha, lo que algunos interpretaron como señal de problemas circulatorios o neurológicos.
El 17 de julio de 2025, la Casa Blanca informó que Trump fue diagnosticado con insuficiencia venosa crónica, una condición que afecta la circulación en las piernas y puede provocar hinchazón y molestias.
También se ha confirmado que toma medicación para la presión arterial y el colesterol, lo que sugiere atención médica continua para su sistema cardiovascular.
A pesar de los rumores sobre un posible deterioro grave o incluso su fallecimiento, Trump fue fotografiado saliendo de la Casa Blanca el 31 de agosto y el 1 de septiembre, rumbo a su campo de golf en Virginia.
El 2 de septiembre ofreció una rueda de prensa de más de 48 minutos, desmintiendo los rumores y calificándolos como “noticias falsas”.
Las búsquedas en Google de “Trump muerto” se dispararon entre el 29 y 30 de agosto, coincidiendo con varios días sin apariciones públicas.
En resumen, aunque hay un diagnóstico médico oficial y algunas señales que han alimentado especulaciones, no existe evidencia concluyente de un deterioro grave. La narrativa pública se mueve entre hechos médicos, apariciones estratégicas y una buena dosis de rumorología.
