MÁS ESCÁNDALOS
Dos escándalos están en puerta de ser revelados y que evidencian el grado de corrupción e impunidad que imperó en el gobierno de AMLO, el cual ya es considerado como el más corrupto de la historia moderna de México.
El primero de ellos se refiere a las indagatorias que se abrieron tras el decomiso de 24 millones de litros de combustible, que operaba de manera similar al del contrabando en buques.
Según información oficial, las autoridades federales iniciaron las investigaciones contra operadores de ferrotanques, así como funcionarios, militares y guardias nacionales que custodian las instalaciones ferroviarias por donde se traslada el combustible ilegal.
Las nuevas indagatorias presentadas ante el gabinete de Seguridad están enfocadas en ubicar a las empresas, dueños y funcionarios involucrados en el huachicoleo a través de ferrotanques.
Los millones de litros de combustible que entran al país, ingresan reportados como aditivos para aceites, mediante mecanismos de contrabando técnico.
Las ganancias para los integrantes de esta red de tráfico ilegal de combustible son multimillonarias, tanto por tierra como por mar y que solo son entendibles cuando el gobierno está vinculado con los grupos criminales.
Según una investigación periodística de un portal regiomontano, la Fiscalía General de la República investiga a los extitulares de la PROFECO, Ricardo Sheffield, actual senador de Morena, a David Aguilar Romero y otros funcionarios morenistas de PEMEX y la secretaría de Gobernación, por presuntamente operar una red de extorsión a gasolineras.
Las acciones ilícitas estaban coordinadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel Santa Rosa de Lima y Guerreros Unidos. Quienes se negaban a pagar las extorsiones eran atacados en las mañaneras de López Obrador acusándolos de corrupción.
De acuerdo con la carpeta de investigación, los funcionarios exigían cuotas a cambio de no sancionarlos ni exhibirlos en las mañaneras. Las indagatorias apuntan a que las extorsiones generaban más de 220 millones de pesos al mes, con planes para incrementar las ganancias mediante gasolina de origen ilícito.
Las investigaciones también revelaron que las operaciones no se limitaban a PROFECO, sino que existía participación de un funcionario de Gobernación y de una ejecutiva de PEMEX, con quienes se planteaban nuevos negocios relacionados con la venta de combustible.
Lo curioso es que la cloaca la ha levantado la misma presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha dado luz verde a las investigaciones, las cuales seguramente llegarán hasta donde la monarca lo decida.