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martes, octubre 21, 2025

TRABALENGUAS

TAN MALA LA DERECHA COMO LA IZQUIERDA

Estados Unidos vivió este fin de semana una intensa jornada de movilizaciones en contra de las políticas adoptadas por el presidente Donald Trump en materia de migración, educación y seguridad.

Las manifestaciones, más de dos mil 700 de costa a costa, de Nueva York hasta los Ángeles, reunió a casi diez millones de estadunidenses que participaron en marchas No Kings contra el autoritarismo de Trump y la pérdida de derechos.

Las inmensas manifestaciones se realizaron de manera pacífica y en un ambiente festivo en las grandes ciudades y en pequeñas poblaciones y comunidades del país.

Esta fue la tercera manifestación masiva desde el regreso de Trump a la Casa Blanca y se produjo en el contexto de un cierre gubernamental que afecta programas y servicios federales.

En Illinois, miles de personas gritaban “¡Shame! (vergüenza)”, durante su marcha por las principales calles de la ciudad que llegó hasta la torre del magnate en el centro de Chicago, ciudad que se ha convertido en el epicentro de las cacerías de migrantes.

Grupos de activistas y agrupaciones prodefensa de los derechos humanos que participaron en las movilizaciones mostraron su preocupación por la intención de Trump para desplegar a soldados de la Guardia Nacional en ciudades con gobiernos demócratas como Chicago, Portland, Oregon, Memphis y Tennessee, bajo el temor de una insurrección liderada por grupos radicales e incluso terroristas.

Queda claro que, en una verdadera democracia, no caben acciones unilaterales, radicales y populistas, cuyo propósito es concentrar el poder en una sola persona, destruyendo la independencia y equilibrio entre poderes.

La historia nos enseña que, en el pasado, los reyes que detentaban el poder absoluto se convirtieron en tiranos o en dictadores que finalmente fueron derrocados por el mismo pueblo que en principio los eligió.

Estados Unidos y México padecen de la misma enfermedad pero son equidistante, una de derecha y otra de izquierda.

Tan mala la tiranía de la ultraderecha, como el de la izquierda populista.

Allá no quieren un rey, y aquí adoramos una reina.

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