SOBERANÍA
El día de hoy, durante la Mañanera del Pueblo desde Palacio Nacional, una periodista preguntó abiertamente a la presidenta Claudia Sheinbaum si consideraba la posibilidad de que el gobierno de Donald Trump, lance bombardeos en territorio nacional contra los Cárteles de la Droga.
La mandataria sin titubear contestó No, que ningún gobierno extranjero se atrevería a violar nuestra soberanía, afirmó que México es un país libre, independiente y soberano y que eso no va a ocurrir, y amenazó que, ante cualquier intento, tenemos al Himno Nacional: “un soldado en cada hijo te dio”.
La retórica nacionalista de la presidenta, sugiere que, ante una invasión, México tendría a un soldado en cada mexicano para defender la Patria, cuestión que es indiscutible, pero este ataque contra los cárteles no sería a través de una invasión, sino mediante de la utilización de la más alta tecnología, ya sea drones o misiles teledirigidos lanzados desde un acorazado o un submarino.
Es decir, sería un ataque sin la necesidad de que un solo soldado estadunidense ponga un pie en territorio nacional y menos un ejército.
Ante la polémica, la solución sería que existiera una verdadera coordinación bilateral, un acuerdo donde exista el compromiso de que Estados Unidos ayudará a México en cuestiones de inteligencia y que, a su vez, nuestro país se comprometiera a detener a los líderes estas organizaciones criminales.
Ahí es donde estriba el problema.
¿De verdad las autoridades mexicanas aprenderían a los capos y desarticularán a los grupos criminales? Hacerlo traería une verdadera crisis política en México pues se destaparía la cloaca de la relación entre políticos y narcos.
Pero el no hacerlo, sería muestra de vinculación y complicidad, sospecha que es compartida por todas las instancias de seguridad nacional de Estados Unidos, y de agencias como la DEA, la CIA, el FBI y la Fiscalía General.
Ellos aseguran tener pruebas.
