Ya en la antesala del próximo año 2026 sin duda cabe un gran repertorio de esperanzas con la posibilidad de mejoras en todos los rubros, se mantiene el deseo por el bienestar porque sin duda a todos nos beneficiaría tener un mundo más habitable, en el que se expresen los sentimientos y valores más eminentes.
Este año viejo 2025 se han registrado diversos acontecimientos en el mundo, en materia política los vuelcos de la izquierda a la derecha, como el caso Chile en que la extrema derecha derrotó con claridad a la izquierda. Un admirador del sombrío dictador Augusto Pinochet derrotó a un admirador del malogrado presidente de izquierda Salvador Allende.
En este caso cabe destacar el nivel de maduración del pueblo chileno, de inicio por su clase política que asumieron los resultados sin aspavientos, ganadores y perdedores, algo que usualmente nunca pasa en nuestro país que está enmarcado en la polarización.
En este 2025 se registró en Uruapan, la capital mundial del aguacate, la trágica muerte de quien fuera el presidente municipal, Carlos Manzo, un hecho condenable que afectó a la sociedad que no ha dejado de exigir justicia por la pérdida del alcalde acribillado en el centro de la ciudad michoacana.
Hubo en diversas latitudes de nuestro país problemas de inseguridad que ha sido, y es, un cáncer que se extendió, los homicidios dolosos registran cifras escalofriantes, además del delito de la extorsión que ha tenido sendas repercusiones. Un asunto importante para el 2026 será cómo lograr abatir la impunidad que se convirtió hace un buen rato en un problema serio que no puede para desapercibido y, menos aún, normalizarlo.
Este año que finaliza 2025 se registró la elección para jueces y magistrados, así como ministros de la corte, es decir la renovación del Poder Judicial, en su momento hubo críticas, cuestionamientos por el ejercicio porque se argumentó que mucha gente desconocía la naturaleza del evento y también las trayectorias de candidatas y candidatos, además de los acordeones que se repartieron para inducir el voto.
Nos parece temprano emitir un juicio en torno al funcionamiento, en términos generales, para los nuevos integrantes del Poder Judicial, aunque ya hay renuncias en algunos casos, uno alegó inexperiencia. La administración de la justicia es fundamental para un país que registra un superávit en materia de impunidad, además si algo distingue a una república es la división de poderes y no la subordinación.
Nuestro país necesita una clase política eficiente y no una desgastada que dirime sus diferencias a punta de golpes e insultos, como cada vez es más recurrente, una en donde el diálogo verdadero y el debate de ideas reflejen posicionamientos serios mas no la diatriba que absorbe proyectos y desvía a la auténtica política.
El año 2026 registrará una reforma electoral, ya observaremos en qué resulta porque actualmente la oposición luce ruinosa y el partido oficial parece ir por todo. Muchos deseamos que la política mexicana sea mejor para que el imperio de las ideas sea una realidad y en donde la democracia se vigorice para alentar la diversidad y una polifonía que no excluya a nadie. Feliz año 2026






