La madrugada de este viernes concluyó, la primera mesa de negociación tripartita entre la representación de la CNTE, el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán y el gobernador Silvano Aureoles Conejo, cuando el bloqueo magisterial a las vías del tren cumple ya prácticamente tres semanas y las afectaciones a la sociedad michoacana son incuantificables, ya que a esa acción de protesta se suman el plantón frente a Palacio de Gobierno, la toma de alcaldías y de oficinas de rentas de al menos 68 municipios.
El mandatario estatal y el líder magisterial, Víctor Zavala Hurtado, coincidieron en sus primeras declaraciones en el avance que representa lo planteado en este encuentro, aunque persiste el bloqueo al paso del ferrocarril en Uruapan y Yurécuaro, lo que impide la movilización de los trenes y miles de contenedores retenidos en Lázaro Cárdenas.
Habrá que esperar qué determinación toman los trabajadores de la educación de cada una de las regiones de Michoacán, ya que ha quedado claro que la postura de sus representantes se somete de cualquier forma a una nueva valoración. También habrá que esperar cuál es la postura del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, que apenas este jueves señaló que retener el salario a un trabajador es un pecado social que también está contemplado en el Antiguo Testamento. En sus declaraciones, el Ejecutivo Federal, omitió dar un calificativo a las enormes afectaciones que ha dejado la movilización magisterial a los michoacanos.
De igual forma, en sus palabras ante medios de comunicación el titular de la SEP no manifestó ningún dejo de respaldo al gobierno estatal en las dificultades financieras que enfrenta para cumplir con el salario, prestaciones y bonos de 29 mil trabajadores con clave estatal, gracias a los convenios que firmaron sus antecesores, pese a no tener los recursos.
En los hechos, son claras las diferencias federación-estado. Para muestra otro botón… pese a los reiterados llamados de Aureoles Conejo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero no aceptó utilizar la fuerza pública para liberar las vías de comunicación bloqueadas, incluso el propio presidente López Obrador, rechazó autorizar recursos extraordinarios para el pago de la nómina magisterial.
A esto habrá que agregar lo ocurrido apenas hace una semana cuando el titular de la Unidad Administrativa de la SEP, Héctor Garza González se reunió a puerta cerrada con la representación del Magisterio Democrático en Michoacán, a la que reconoció su aporte a la educación nacional y le firmó un documento con 15 compromisos.
En ausencia de la autoridad estatal, el enviado presidencial prometió desde la derogación de la Reforma Educativa, el pago de los estímulos para las escuelas normales y que se suprima la leyenda de “no negociable” de los cheques quincenales, hasta otorgar las plazas automáticas para los egresados de las escuelas formadoras de docentes de las generaciones 2014, 2015, 2016, 2017 y 2018.
Los elementos de alarma son bastantes… Y es que, Michoacán ya vivió esta historia de confrontación federación-estado, pero con otros protagonistas, el gobernador perredista Leonel Godoy Rangel y el presidente de extracción panista, Felipe Calderón Hinojosa, que dejó un saldo negativo para el estado, que incluyó la detención de ediles y funcionarios estatales, por sus presuntos nexos con el crimen organizado que luego fueron liberados.
Así que a días de que se confirmó que el estado sufrirá en 2019 un recorte dos mil 200 millones de pesos en participaciones federales no nos queda más que prender nuevamente veladoras para que el presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Silvano Aureoles Conejo, encuentren un punto medio a sus diferencias, que recuerden que son servidores públicos y privilegien las decisiones que beneficien a sus gobernados, sin importar el partido que los llevó al poder.
Es cuanto.
