21.5 C
Morelia
jueves, febrero 6, 2025

EL COBRE PRESIDENCIAL

En muchas empresas el silencio no es oro, el silencio es un sobre:

Jaume Perich (1941-1995) Humorista español

 

Rápido, Claudia Sheinbaum enseñó el cobre: apenas había salido más o menos librada del round inicial con Donald Trump, cuando le afloró un preocupante tufo dictatorial y revanchista, impropio de quien aspira a ser considerada una estadista.

Las redes sociales progobiernistas, los medios afines a la 4T o bien comprados por ella, y la clase política en el poder se deshacían de elogios hacia Sheinbaum por su “patriótica” negociación con Trump, que aplazó un mes la aplicación de aranceles -aunque dejó intacto el brutal pero realista señalamiento de que en México impera un narco gobierno-, pero ella, la presidenta, rauda se encargaba este martes en su mañanera, de bajar a todo mundo de la nube.

Aceptó ser ella la que decidió no invitar a ningún representante del Poder Judicial al evento conmemorativo de la promulgación de la Constitución, este miércoles en Querétaro. Acaso en el día con más carácter republicano en el calendario cívico del país, solo estarían presentes los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Ya ese anuncio echaba por tierra las tímidas versiones de que en Sheinbaum tenemos una gobernante republicana, estadista, respetuosa de la división de poderes. Pero para que no quedaran dudas de qué lado de la historia está la presidenta, por la tarde se confirmaba que siempre sí irían a Querétaro algunas ministras, tres para ser exactos, y casualmente las tres groseramente pro 4T: Loretta Ortíz, Yazmín Esquivel y Lenia Batres.

La decisión dibuja a Sheinbaum de cuerpo completo: autoritaria, dictadora, vengativa e intolerante. Lo más alejada a la estadista que nos quieren vender. De hecho, su antítesis. X@jaimelopezmtz

Noticias Recientes
spot_img
Noticias Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí