En una dictadura, las personas en prisión siempre son superiores a quienes las pusieron allí.
Evan Esar (1899-1995) Humorista estadounidense
Hace justo diez años, Vox 103.3 FM veía la luz. Nunca pretendió competir con nadie. Respetamos y aprendemos de todas las estaciones radiofónicas, cada una cumple un rol, o trata de cumplirlo.
Tres años antes, en 2011, este reportero era objeto de una embestida del gobernador en turno, que presionó a un concesionario radiofónico para cerrar nuestro noticiero matutino. Pero como a toda acción corresponde una reacción o, como dicen también, no hay mal que por bien no venga, esa salvajada gubernamental nos llevó a un grupo de comunicadores a gestionar una concesión ante el entonces Instituto Federal de Telecomunicaciones. Luego de tres años de tramitología, el 19 de mayo de 2014 se emitía la primera señal de Vox.
Como dije, nunca fue la intención competir con nadie. Sí, en cambio, materializar la visión de periodistas en radio. Por eso Vox nunca ha descansado en la añeja función de la radio tradicional, relacionada con la distracción, la diversión o el “acompañamiento” musical. Son funciones importantes, sí, pero no vitales.
En cambio, desde un inicio apostamos por la llamada radio hablada, que no es otra que impulsar una visión real del mundo, forjar un sentido crítico de la realidad, desnudar debilidades del poder público y fortalecer la concientización sobre temas nodales como el medio ambiente, el indigenismo, la equidad de género, la rendición de cuentas, la transparencia, etcétera.
A eso apostamos hasta ahora, y lo seguiremos haciendo, seguros de que la radio, como los demás medios de comunicación, no podemos soslayar la función de agentes del cambio social, menos en una situación como la actual, donde la polarización se ha apoderado del país, de cara a las elecciones más trascendentes en su historia.
Y como nobleza obliga, va desde aquí mi más sentido reconocimiento a mis amigos Arturo Herrera Cornejo, Eduardo López Nolasco y Julio Hernández Granados, así como a mi padre, el doctor López Rivera, por materializar en equipo el sueño de Vox.
Gracias al Todo poderoso antes que nada, y gracias a colaboradores, periodistas y personal operativo y administrativo. Y gracias, preponderantemente, a los radio escuchas. Y como dice nuestro slogan de aniversario: y lo mejor, está por venir. ¡Salud!
Y a la pesadilla ya solo le quedan 150 días.
X@jaimelopezmtz
