Cuenta con varias peculiaridades, como son el que su panteón principal se ubica dentro del terreno embardado en el que se encuentra el templo de Nuestra Señora de la Natividad
Arócutin, Michoacán.- El misticismo y la magia de recibir a las ánimas de quienes ya están en la vida eterna, se sienten durante la velada que pobladores hacen en el panteón de Arócutin.
Una de los escenarios más emblemáticos para la celebración de la noche de muertos en Michoacán es Arócutin, una comunidad que se ubica en la ribera del Lago de Pátzcuaro, donde la tradición no sólo se ve, sino que se siente y se percibe en el ambiente, en los colores naranja que resaltan dentro de un embardado, que durante los primeros días de noviembre se iluminan por cientos de velas, haciendo parecer un espacio lleno de luz para atraer las ánimas de quienes ya no están en la vida terrenal.
Arócutin cuenta con varias peculiaridades, como son el que su panteón principal se ubica dentro del terreno embardado en el que se encuentra el templo de Nuestra Señora de la Natividad, que mantiene sus puertas abiertas durante la velada de Noche de Muertos, por lo que no es de gran extensión el patio que funge como campo santo, pero que su misticismo y magia que se pueden sentir y palpar en un ambiente, que además de flores y velas, las fogatas, el incienso y las ofrendas con pan, fruta, y todos aquellos platillos que eran del agrado de lo fieles difuntos se colocan encima de las tumbas debidamente en alguna canasta tapada con una servilleta pulcramente bordada.
Los pobladores con sillas, bancos o hasta cubetas se acomodan alrededor de las tumbas, para velar y esperar la llegada de las almas de quienes eran sus familiares, el frío suele ser el principal acompañante, por lo que las chamarras, abrigos, cobijas, rebozos y demás vestimenta se hace presente, junto a las velas o fogatas que se realizan, ya que son varias horas las que se hace la velada, a algunos pobladores les amanece, pero otros más dan un espacio para regresar a sus hogares y volver más tarde.
Es de mencionar son sólo con la tierra encima, sin tanta ornamentación de algún estilo de mausoleo como ocurre en otros panteones, en Arócutin se siente “al natural” estar conectados con la madre tierra, lo que sí es que para estas fechas y como se marca en la tradición indígena los arcos de flores son los llamativos en sus colores naranja en cada tumba.
Desde los más pequeños hasta los adultos mayores se niegan a perder la tradición, por lo que año con año, convierten a Arócutin en el corazón y el emblema de la celebración de Noche de Muertos en Michoacán y en el país.
