Su estrategia: apuntar al voto ciudadano en el recuadro blanco de las boletas electorales, una opción que permite a los electores escribir el nombre de cualquier perfil que deseen
Ana Lilia Guillén Quiroz, quien alguna vez lideró el partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) en una sede alternativa y desafió la presidencia estatal del instituto político, ahora busca un nuevo camino hacia la política, al decidir postularse para la presidencia municipal de Morelia.
Su estrategia: apuntar al voto ciudadano en el recuadro blanco de las boletas electorales, una opción que permite a los electores escribir el nombre de cualquier perfil que deseen como representante de la ciudad.
Al optar por el recuadro blanco en las boletas electorales, Guillén Quiroz está aprovechando un espacio donde no existe jurisprudencia que regule su participación.
Esta jugada política podría darle un uso ilimitado de recursos públicos, sin la necesidad de justificarlos ante el órgano electoral.
Sin embargo, esta táctica también podría generar confusión entre los votantes, disminuyendo posiblemente los votos para el candidato oficial de la alianza «Sigamos Haciendo Historia», encabezada por Carlos Torres Piña, extitular de la Secretaría de Gobierno.
Además, la candidatura de Guillén Quiroz podría tener un impacto en la contienda electoral al sumar votos a su principal adversario, el candidato independiente respaldado por el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD), al evidenciar las fracturas internas en el instituto guinda.
Con esta decisión, Ana Lilia Guillén Quiroz busca abrir un nuevo capítulo en su trayectoria política, desafiando los límites establecidos y apostando por un camino poco convencional hacia la presidencia municipal de Morelia.
