El alcalde es el símbolo del abandono que sienten todos los ciudadanos de parte del gobierno morenista, dijeron los jóvenes al honrarle con velas y cempasúchil
Jóvenes estudiantes del Colegio de San Nicolás han montado una ofrenda floral este lunes en honor al alcalde Carlos Manzo Rodríguez, quien murió acribillado la noche del pasado sábado, haciéndola colocado en el jardín se la Biblioteca de la institución nicolaita.
Justo cuando estaban a punto de retirar las ofrendas del Día de Muertos, hoy han colocado un altar en honor de Manzo Rodríguez en su memoria y también a manera de protesta ante la creciente ola de violencia e inseguridad que se vive en Michoacán y en el país, que ha quedado a la vista de los transeúntes.
Los estudiantes como toda la población están consternados e indignados por este hecho sangriento que ha enlutado al estado, y por ello desde su ámbito han querido manifestarse así de manera pacífica, y para llamar la atención de la sociedad. Pero han expuesto sobre todo que es también una manifestación que refleja la indignación porque Carlos Manzo es un símbolo del abandono que sienten todos los ciudadanos de parte del gobierno morenista.
Este crímen ha sido un duro golpe, han dicho los chicos que montaron este altar adornado con flores de cempasúchil, veladoras, papel picado de colores y una fotografía del alcalde uruapense, cuyo crimen ha derivado en un punto de unión por el hartazgo como de manifestación de toda la sociedad Michoacana.
A su vez, en la fachada del Colegio de San Nicolás y como del Centro Cultural Universitario, edificios de la Universidad Michoacana ubicados en el corazón del centro de Morelia, han sido colocados en las últimas horas un listón negro de luto por el crimen de Carlos Manzo Rodríguez, alcalde de Uruapan, cometido la noche del sábado pasado, así como un listón blanco en señal de respeto y homenaje a su memoria, y como una muestra también de manifestación ante el rechazo al clima de violencia en que está sumergido Michoacán.


La tarde de este lunes, dos numerosos contingentes, integrados en su mayoría por estudiantes universitarios y de preparatoria, partieron desde distintos puntos de Morelia, en una marcha simultánea para protestar por el homicidio de Carlos Manso, alcalde de Uruapan.
Bajo la consigna de “Que el miedo no nos calle”, fue convocada esta marcha estudiantil. Previo a su salida en el monumento a Lázaro Cárdenas, una de las manifestantes solicitó a sus compañeros descubrirse los rostros, indicando, “somos estudiantes, no somos delincuentes, es una marcha pacífica, vamos a alzar la voz, vamos a protestar. No queremos infiltrados, no queremos violencia y si alguien detecta algún infiltrado, hágalo saber para retirarlo de la marcha”.
Fue así que cientos de jóvenes, en su mayoría estudiantes salieron desde los dos flancos de la avenida Madero, unos de la zona del obelisco a Lázaro Cárdenas, los otros de la Facultad de Derecho para encontrarse en el Palacio de Gobierno.
Durante la marcha comenzaron las consignas, en contra principalmente del gobierno federal y estatal, señalando un abandono para el alcalde asesinado. Al grito de “el que no brinque es Claudia, el que no brinque es Claudia” y “fuera, fuera”, los minutos transcurrieron hasta llegar al centro de la capital michoacana.
Los ánimos subieron de tono cuando por un costado del contingente del lado de catedral ingresó un numeroso grupo de muchachos, en su mayoría con el rostro cubierto, quienes se mezclaron con los universitarios y comenzaron a lanzar piedras, pedazos de fierro y madera en contra de la fachada que se encontraba resguardada por vallas metálicas, al tiempo que gritaban, “fuimos todos, fuimos todos”.
Lo anterior fue el detonante para que comenzara la violencia. Las mismas vallas que resguardaban el palacio estatal fueron retiradas por la fuerza y usadas también como proyectiles algunos de los rocazos fueron dirigidos a la policía que se mantenía a un costado del recinto, por lo que respondieron los uniformados del Agrupamiento del Restablecimiento del Orden Público, lanzando gases y balas de goma.
Por algunos momentos, la situación obligó a que se dispersaran los inconformes, quienes se reagruparon, unos en las cercanías del Congreso del Estado y del otro lado en la Plaza de Armas.
Momentos después vino otra confrontación entre los uniformados y los manifestantes que comenzaron a vandalizar ahora el Congreso Estatal. Al menos dos jóvenes resultaron heridas, una de ellas por un proyectil lanzado por sus propios compañeros, siendo atendida por paramédicos tácticos de la policía estatal.
En medio del caos por lo menos tres de los muchachos fueron detenidos, que sumados a los ocho de la manifestación del domingo suman ya once personas requeridas. Algunos de los estudiantes manifestaban que hubo infiltrados.
Un grupo de manifestantes permaneció hasta después de las 6 de la tarde y cayendo el sol comenzaron a retirarse.
En medio de todo ello, algunos reporteros también sufrieron el impacto de balas de goma. Incluso, compañero Rodrigo Sandoval, director de PCM Noticias, forcejeó con algunos elementos que trataron de someterlo y detenerlo, al supuestamente confundirlo con un manifestante, resultando herido de una mano el comunicador.
Posteriormente el Libramiento de Morelia fue bloqueado frente a la Fiscalía General del Estado, por familiares de los jóvenes detenidos, quienes acusan que hasta el momento no se les ha permitido verlos y ni hablar con ellos.
